En Guamote, un emprendimiento local ha logrado destacarse y convertirse en un pilar fundamental para la comunidad. Hablamos de Ferretería Santillán, que celebra 22 años de historia marcada por la perseverancia, el esfuerzo y la conexión con la comunidad guamoteña.
La historia de Ferretería Santillán comienza en el año 2002, cuando su cofundador, Miguel Santillán, regresa de España tras enfrentar las dificultades económicas del feriado bancario en el año 2000. Con una tradición familiar vinculada a los negocios, Miguel decide unirse al emprendimiento de su madre, quien ya tenía una ferretería en la localidad.
La conexión con Guamote surgió cuando Miguel, en un principio de vacaciones, visitó a su madre y quedó cautivado por la feria local. Viendo oportunidades en este cantón, decidió quedarse y ayudar en el negocio familiar. Así, lo que comenzó como unas simples vacaciones se convirtió en una sólida raíz en la comunidad guamoteña, donde Miguel ha construido su hogar y ha fortalecido su empresa.
Con una mirada nostálgica, Miguel recuerda los inicios de Ferretería Santillán, donde superaron obstáculos financieros y administrativos. A pesar de los tropiezos, la ferretería se consolidó, ofreciendo inicialmente productos básicos como cemento y varilla. La ferretería se convirtió en un lugar indispensable para los habitantes de Guamote, optimizando tiempos y recursos al evitar viajes a otras ciudades en busca de materiales de construcción.
Uno de los aspectos más destacados de Ferretería Santillán es su compromiso con la generación de empleo digno. Con más de 20 colaboradores directos y alrededor de 55 trabajos indirectos, la ferretería ha contribuido significativamente al tejido económico de Guamote. Miguel destaca la importancia del talento humano como la verdadera ventaja competitiva de su empresa.
A lo largo de los años, Ferretería Santillán ha evolucionado para adaptarse a las cambiantes necesidades del mercado. Desde la diversificación de productos hasta la introducción de tecnologías innovadoras, la ferretería ha demostrado su capacidad para anticiparse a las demandas de los clientes.
Además de su éxito empresarial, Ferretería Santillán ha mantenido un fuerte compromiso con la responsabilidad social. Colaborando en eventos deportivos, celebraciones navideñas y proyectos que benefician a la comunidad, la ferretería demuestra que su impacto va más allá de lo comercial.
Mirando hacia el futuro, Miguel Santillán comparte su sueño de establecer el primer centro comercial con autoservicio en Guamote. Un proyecto ambicioso que busca no solo ofrecer más opciones a los habitantes locales, sino también motivar a otros emprendedores a invertir en el desarrollo del cantón.
En sus palabras finales, Miguel Santillán deja un mensaje inspirador para los jóvenes emprendedores: «Nunca hay que dejar de soñar. Hay que ser soñador, perseverante y disciplinado. La peor idea es la que no se dice, el peor emprendimiento es el que no se intenta».
Ferretería Santillán se erige como un ejemplo de superación y compromiso con la comunidad guamoteña. Con 22 años de trayectoria, la ferretería no solo ha construido un negocio exitoso, sino también un legado de inspiración y contribución al desarrollo local.